Especialización Profesional En Táchira Puede Ser Algo Muy Complicado

El dinero y el tiempo representan obstáculos para ciertos expertos ansiosos por ampliar su conocimiento mediante programas de especialización. En el estado de Táchira, algunos individuos que han obtenido un título universitario se enfrentan a dificultades al intentar embarcarse en una trayectoria de especialización.

El monto de sus ingresos no les permite costear estos programas, y aquellos que mantienen dos o más empleos, una situación común en la época actual, también se ven afectados por la limitación temporal.

Profesionales en Venezuela

Los que logran convertirse en profesionales a menudo experimentan mayores oportunidades laborales y retribuciones más favorables. Sin embargo, en el actual contexto venezolano, esta premisa no siempre se cumple. Algunos individuos optan por no ejercer sus profesiones, ya que perciben una remuneración más sustancial en otras actividades.

Un ejemplo es Wendimar Durán, de 29 años, quien obtuvo su licenciatura en Administración y Gestión Municipal de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (Unefa) en 2015. Desde entonces, no ha tenido la posibilidad de continuar su educación. Como madre soltera, actualmente trabaja en una tienda de muebles cercana a su hogar en el municipio Independencia.

"Una vez finalicé la secundaria, me inscribí de inmediato en la universidad. Inicialmente busqué ingresar a la carrera de Medicina, aunque finalmente me incliné por Administración. Inmediatamente después de graduarme en Unefa, empecé a trabajar en una entidad gubernamental. Mi deseo era seguir estudiando, pero las circunstancias me lo impidieron. Luego renuncié debido al salario. Tenía que viajar hasta San Cristóbal, y gastaba una gran parte de mis ingresos en pasajes", comentó.

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Durán relató que en 2022 intentó inscribirse en una maestría en Gerencia de Recursos Humanos en Unefa. "Realicé el pago, pero no pude empezar. La logística del transporte nocturno se volvió complicada. Además, no dispongo de un vehículo. He hablado con varios colegas que estudiaron conmigo, y están enfrentando situaciones similares", explicó.

A pesar de su empleo en la tienda de muebles, donde recibe una remuneración en moneda colombiana, le resulta imposible hallar tiempo para realizar un posgrado. "Incluso ahora, con mi nuevo trabajo, sigue siendo imposible. Estoy laborando a tiempo completo, incluso los sábados, y tengo otro trabajo por las noches con una empresa organizadora de eventos", agregó.

Otra historia similar es la de Gregory Escobar, quien se graduó en Contaduría Pública en la Universidad Católica del Táchira (UCAT) hace tres años. A pesar de tener la capacitación, aún no ha ejercido su profesión. También es técnico en refrigeración, lo que le ha permitido costear su educación.

Escobar subrayó que el dinero que gana mediante la reparación, instalación y mantenimiento de electrodomésticos supera a lo que obtendría trabajando como contador. Esto lo descubrió después de asistir a diversas entrevistas para cargos en su campo. "La especialización es esencial; es lo que te distingue y puede resultar en un mejor salario en empresas que valoran la educación. Sin embargo, en la actualidad, se ha vuelto complicado. Antes no tenía la misma carga de responsabilidades familiares, pero ahora sí. Esto me mantiene ocupado y, además, no cuento con los recursos económicos para continuar estudiando", afirmó.

Precio de programas de posgrado

El costo de los programas de posgrado varía según el nivel de educación a alcanzar, la duración del programa y la institución que lo ofrece. Por ejemplo, en una universidad de Táchira, una maestría en Gerencia con especialización en Mercadeo, que tiene una duración de dos años, puede requerir una inversión de alrededor de 640 dólares. Esto equivale a 19.800 bolívares o 152 salarios mínimos, según la tasa de cambio oficial establecida por el Banco Central de Venezuela (BCV).

Un sendero hacia la frustración es el relato de una docente que, por razones de privacidad, prefirió no revelar su nombre. Se graduó en 2009 con un título en Educación, especialización en Castellano y Literatura, de la Universidad de los Andes en Táchira. Justo después de obtener su título, enfrentó dificultades para ingresar al Ministerio de Educación debido a la alta demanda y a la preferencia otorgada a los afiliados a partidos políticos gubernamentales.

La docente lamenta no haber sido considerada en ese momento, ya que cuando finalmente logró ingresar años después, su situación financiera ya no le permitía emprender nuevos estudios. "El país está dolarizado, pero los sueldos no lo están. Mi salario apenas alcanza para cubrir algunas necesidades básicas. Además, tengo un hijo. Me gustaría inscribirme en un curso de terapia del lenguaje, ya que he notado que muchos estudiantes en las escuelas presentan dificultades en esta área", compartió.

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