El Contrabando y la Competencia Extranjera Desafían al Sector Agroindustrial y Alimentario de Venezuela

El sector agroindustrial y alimentario de Venezuela ha experimentado un notorio crecimiento en los últimos años. A pesar de estos avances, subsisten desafíos considerables en términos de competencia y desigualdades frente a los productos importados. Según expertos en la materia, el contrabando de productos se ha erigido como una amenaza económica significativa que limita la competitividad de los productos locales y afecta la economía en su conjunto.

El contrabando y la competencia extranjera afectan al sector agroindustrial

Carlos Indriago, el secretario general nacional de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA), ha puesto de manifiesto la influencia perniciosa del contrabando en el sector agroindustrial y alimentario de Venezuela. Indriago sostiene que los productos ingresados de manera ilegal no cumplen con los requisitos fiscales, tributarios, ni los acuerdos contractuales y colectivos.

Estos productos ilícitos, además, pueden comercializarse a precios inferiores a los de los productos locales, lo cual plantea desafíos significativos para la competencia y, en última instancia, erosiona la economía del país. Según sus palabras, “los productos venezolanos se ven prácticamente imposibilitados de competir en términos de precio y volumen de mercado”. Estas afirmaciones se respaldan en un estudio realizado por la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines acerca del sector agroindustrial y alimentario. El estudio revela que la capacidad operativa promedio de las empresas venezolanas consultadas se sitúa en el 47.5%.

Otro factor determinante es que los consumidores venezolanos priorizan principalmente el precio y la calidad del producto que desean adquirir, sin prestar la debida atención a su origen. Esto genera una situación en la cual, si se comparan los productos venezolanos de alta calidad y marcas reconocidas con sus equivalentes importados, la diferencia de precio se convierte en un obstáculo significativo, no porque los productos locales sean intrínsecamente costosos, sino debido a la disparidad de costos entre ambas opciones. Es imperativo tomar medidas eficaces para combatir el contrabando, ya que, si esta problemática persiste, podría tener un impacto adverso tanto en las pequeñas y medianas empresas como en las grandes corporaciones que operan en el país.

José Guerra, economista de renombre, aporta una perspectiva adicional al señalar que la insuficiencia de la producción nacional ha generado un aumento en las importaciones, lo que ha beneficiado a Colombia, país que ha aumentado sus exportaciones hacia Venezuela. En consecuencia, algunos productos venezolanos han tenido que reducir sus precios para ser competitivos frente a los productos colombianos. No obstante, si no pueden competir en términos de precios, corren el riesgo de quedar excluidos del mercado, ya que los productos colombianos suelen ofrecer precios más atractivos y gozan de una mayor presencia en las estanterías.

En resumen, el contrabando y la competencia extranjera continúan siendo desafíos cruciales que deben abordarse de manera efectiva para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento del sector agroindustrial y alimentario de Venezuela en un entorno global cada vez más competitivo.

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